OSWALD WIRTH
Se ha preguntado al Aprendiz de dónde viene, y ha debido encontrar por sí mismo una respuesta, meditando sobre las propiedades intrínsecas de los cuatro primeros números. (Ver Libro del Aprendiz).
El Compañero debe buscar a su turno, pero esta vez esforzándose en discernir lo que él es: Le corresponde ajustarse el precepto socrático: conócete a ti mismo.
El hombre es el objeto esencial del estudio del iniciado del segundo grado, y sus meditaciones, podrán dirigirse ventajosamente, desde luego, sobre las dos definiciones clásicas de las cuales una, nos representa al hombre como un animal razonable, y la otra como una inteligencia servida por órganos.
Estas fórmulas nos incitan a buscar, en primer lugar, lo que caracteriza al animal, es decir, al ser viviente. Queda así formulada la cuestión capital del grado de compañero: ¿Qué es la vida?.
Después será necesario preguntarse que es la Razón, esta luz que iluminándolo, distingue al hombre de la bestia puramente instintiva.
¿En qué consiste, por otra parte, la Inteligencia?, ¿Cómo se hace ella obedecer por los órganos y cómo puede llegar a subyugar la materia, para dominarla y reinar soberanamente?.
Nosotros, no vamos aquí a satisfacer la curiosidad del lector con disertaciones. Nuestro deber es obligarlo a pensar por sí mismo, evitando darle una doctrina que no tendría sino que asimilarla. No nos es permitido responder sino por medio de símbolos si deseamos permanecer fieles a las tradiciones iniciáticas.
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