La Vida

OSWALD WIRTH

Vivir es sinónimo de actuar, todos los seres viven solamente para cumplir una función; una tarea les ha sido impuesta por el hecho mismo de existir.
No vivimos sino para trabajar. El trabajo comienza para nosotros, en efecto, desde nuestra concepción. Nos es necesario desde luego, construir nuestro organismo, es decir, el instrumento que nos permitirá obrar fuera de nosotros mismos.
El perfeccionamiento del cuerpo y su dominio tocan al Aprendiz. El individuo llega a ser Compañero, desde el momento en que dominándose plenamente se siente dispuesto para una nueva tarea, es decir, para el trabajo efectivo a que está llamado.
Trabajar como Compañero, es hacer obra de utilidad general, es ponerse al servicio de la colectividad a la que el individuo se debe.
El aprendiz permanece egoísta, en el sentido que trabaja en sí mismo y que persigue su propio perfeccionamiento. Aplica el precepto “La caridad bien entendida principia por casa”. A fin de poder dar es necesario adquirir, es necesario saber atraer hacia sí, tomar y apropiarse.
Este egoísmo es obligatorio, es la raíz de todo progreso. Todo ser individual, se constituye a expensas de su ambiente. Está sujeto a hacerse centro de acaparamiento y de revelarse, hasta cierto punto, en contra del conjunto de las cosas, contra la vida universal, a cuya corriente general, él opone su turbulencia particular.
Esta oposición, sin embargo, no está destinada a perpetuarse. Llego un tiempo en el cual el individuo, llega al máximo de su crecimiento, el medio día de su existencia. La colectividad de la cual forma parte integrante, reclama sus derechos. Ella exige que él individuo, sin olvidarse de sí, y sin desentenderse de su propia conservación, tenga más y más conciencia de los intereses generales y sepa subordinar los suyos a éstos.
Para poder recibir su salario en la Columna B∴ es necesario haber demostrado una fuerte energía interior extraída de sí mismo. Pero, después de haber acumulado esta fuerza, es necesario haberla empleado generosamente para aproximarse a la Columna J∴, donde no son recompensados aquellos que se han debilitado voluntariamente sacrificándose.
¿Qué ocurre en el organismo a la célula que se ha fatigado en beneficio del conjunto?. Languidece momentáneamente, pero, inmediatamente la economía general viene en su socorro, es reconfortada para un nuevo esfuerzo y, lejos de permanecer debilitada, se templa por la acción, a medida que la ejercita.
Algo análogo ocurre a los individuos que saben vivir no sólo para ellos mismos. Tienen interés de vivir una vida más amplia, que será la de sus ascendientes, de su raza, de su nación y finalmente de su especie, considerada como el ser colectivo del cual son las unidades componentes.
Así como el Aprendiz aspira a ver la Luz, el Compañero debe dedicarse a vivir realmente una Vida superior.

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