OSWALD WIRTH
Haciendo la declaración de que la Francmasonería respeta la libertad de conciencia como un derecho propio de cada hombre y que no excluye a nadie por sus creencias, los constituyentes de 1849 creyeron un deber proclamar como principio fundamental de la Francmasonería la creencia en la existencia de Dios y en la inmortalidad del alma.
Estas declaraciones constitucionales fueron, en seguida, juzgadas contradictorias
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