LAS LÍNEAS PARALELAS

ALDO LAVAGNINI

Así como el punto con su movimiento directo engendra una línea recta, así también los dos puntos, moviéndose en una misma dirección rectilínea, producen las dos paralelas, otro símbolo característico de la dualidad, o sea de los dos principios cuya actividad procede paralela y complementariamente, a imagen de los pares de ruedas que sostienen un vehículo y de los rieles sobre los que se apoyan.
Veremos nuevamente este símbolo de las paralelas, y otros de los cuales hemos aquí tratado sumariamente, en el grado de Maestro, limitándonos por ahora a decir algo más sobre lo que puede significar para el Aprendiz.
Dos paralelas son efectivamente los dos Caminos del Norte y del Sur, que se recorren en los viajes de ida y regreso entre el Occidente y el Oriente, y corresponden a las dos columnas en las cuales se sientan respectivamente los Aprendices y los Compañeros. Y el cuadrilongo que constituye el Templo Masónico está comprendido entre esas dos paralelas, delimitadas respectivamente en sus extremos oriental y occidental.
A cada viaje de ida o progreso desde el Occidente al Oriente, corresponde, pues, un igual viaje de vuelta o regreso, desde el Oriente al Occidente, paralelo éste al primero, pero dirigido en sentido inverso.
Los dos caminos paralelos de que acabamos de hablar no existen tan sólo simbólicamente dentro del cuadrilongo de la Logia, sino que también se pueden observar de muchas maneras sobre nuestro planeta. Por ejemplo, como corrientes magnéticas, que van respectivamente del Oriente hacia el Occidente y recíprocamente, producidas por el movimiento de la tierra dentro del campo magnético determinado por la radiación solar, a las que se deben las desviaciones de la brújula.
Así obran todas las fuerzas del Universo, según la Ley de la Dualidad, paralelamente, pero en sentido inverso la una con relación a la otra, prevaleciendo por un lado el movimiento centrífugo o de extensión desde el interior a lo exterior, y por el otro el movimiento centrípeto de construcción, desde el exterior al interior. Este origina la gravedad, aquél la gravitación, dos formas distintas de la Fuerza o Principio de Atracción.
Lo que es activo interiormente es pasivo exteriormente, y viceversa. Así debe entenderse el valor de las columnas, a menudo confundido y malinterpretado por la falta de comprensión de esta Ley de Compensación, a consecuencia de la cual ambos principios (activo y pasivo) se hallan presentes en cada uno de los dos aspectos, pero obrando en sentido inverso el uno con relación al otro.

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