Gnosticismo (Gnosis)

OSWALD WIRTH

Compañero es sinónimo de asociado. No se podría ser Compañero sin tener compañeros de trabajo y sin constituir con ellos una colectividad unitaria, bajo el punto de vista psíquico. Esta colectividad obra sobre el individuo de manera que la luz general repercuta en cada intelectualidad particular, en la medida en que ésta ha sabido hacerse receptiva. Todo verdadero Iniciado, se beneficia así, de una iluminación que le permite conquistar el Gnosticismo, es decir, el Conocimiento característico de todo espíritu que haya sabido penetrar los misterios de la Iniciación. Estos presentan la particularidad de ser estrictamente incomunicables: es necesario descubrirlos por sí mismo para poseerlos. Son secretos que escapan a toda divulgación, pues llevan en sí verdades de un orden filosófico tan elevado, que la palabra es impotente para traducirlos.
También a filosofía iniciática no ha sido jamás formulada en ningún lenguaje conocido, no hay que buscarla en ningún texto escrito, ni aún en las páginas tan sinceramente redactadas como las presentes que se ofrecen al uso de aquellos que han debido ver la Estrella Flamígera. El Gnosticismo no se adquiere sino a fuerza de meditaciones personales, sobre los múltiples símbolos cuyo sentido oculto solicitan al espíritu que adivine. Nunca se insistirá demasiado acerca de que una suprema enseñanza se desprende para el Pensador, advertido del conjunto de nuestro simbolismo. Sepamos encontrar la significación más profunda y nuestro entendimiento se iluminará de una radiante claridad de comprensión. Entonces, poseyendo el Gnosticismo, nos será permitido afirmar que conocemos la letra G.

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